domingo, 10 de agosto de 2008

Universitarios usan las bibliotecas porque toca

Por César Arbeláez M.

Johana y Giseth Pareja, mellizas, están sentadas en una de las casi todas mesas libres de la Biblioteca Pública Piloto (BPP). Buscan información sobre el barrio Lovaina en la colección de revistas de la hemeroteca. “A la Piloto es primera vez que venimos y nos parece muy completa en revistas y periódicos antiguos”. Son estudiantes de sexto semestre de Comunicación Social en la Universidad Cooperativa de Colombia. Mientras pasa las páginas ojeando las fotografías, Johana confiesa que está en la biblioteca porque esa información no se encuentra en Internet.

Público Universitario

Cruz Patricia Díaz Cardona, encargada de la división de Información y Cultura de la BPP, asegura que un 30% de los usuarios que visitan la biblioteca son estudiantes universitarios de las ciencias humanas de las universidades de Antioquia, Nacional, Pontificia Bolivariana (UPB) y de la Fundación Universitaria Luís Amigó (FUNLAM). Además, se reciben visitas de instituciones tecnológicas y del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA). Es posible, asegura ella, que sean más estudiantes de las universidades mencionadas por la cercanía con la biblioteca.

Ferney Jaramillo, coordinador de obtención de información de la biblioteca central de la U de A dice, por su parte, que “los estudiantes universitarios sí leen. La diferencia es que su lectura corresponde a la parte académica, lo que necesitan leer para ser calificados en un curso. Entonces, hay dos tipos de lectura: la académica y la de “degustación” y en esa parte es en la que, podríamos decir, los estudiantes no leen”. Adriana Muñoz, estudiante de Química Farmacéutica, U de A complementa que “sólo se lee lo que toca porque la educación en Colombia es mediocre y desde el colegio nos mandan a leer libros para aprender, pero de literatura, poco”. Nancy Ramírez, compañera de Adriana, dice que cuando ella tiene un tiempo aprovecha para leer un artículo o un libro.

Biblioteca Virtual

El sitio http:// www.google.com.co es el buscador más usado por estudiantes de colegio y de universidad. Desplazarse a una biblioteca para buscar información se redujo a un clic. Cruz Patricia dice que “la Internet y otros medios logran cautivar más al público, sobre todo al joven. La oferta masiva de cafés Internet, por ejemplo, se convierte en una competencia fuerte para las bibliotecas. Los libros son para una generación más adulta, mientras los niños y jóvenes se acercan más a las nuevas tecnologías”. Según ella, una biblioteca virtual es un conjunto de información que se encuentra de manera textual en una base de datos con todo tipo de temas.


Johana y Giseth, después de un par de horas de búsqueda, encontraron la información. No saben dónde queda la fotocopiadora. Un auxiliar de la biblioteca ubica a Giseth mientras Johana espera. “Ahora tenemos Internet como una biblioteca virtual y por eso la biblioteca física no la utilizamos. Prefiero la virtual aunque hay momentos en que se necesita la física. La gente se olvida de las bibliotecas porque en su casa tienen un medio conectado al mundo”, señala Johana.

Biblioteca física

Las bibliotecas son las casas de los libros. No hay que pedir permiso para entrar ni pedir cita para conversar con cualquiera de los títulos que están esperando en los estantes. “las bibliotecas están llenas de libros disponibles para que la gente coja el que desee y personal capacitado para orientar e insinuar que leer. También hay visitas guiadas que sirven para acercar al público a conocer las instalaciones y las colecciones de la biblioteca”.

La BPP tiene entre su patrimonio y colecciones, la sala Antioquia, el archivo fotográfico y las colecciones de autores personales que no los tiene otra biblioteca y que “es difícil que los tenga porque son colecciones únicas” agrega Cruz Patricia. Así como los libros, estos espacios y materiales están al servicio de la comunidad, aunque “sabemos que el uso no es como se espera”, finaliza la encargada de la división de información y cultura de la BPP.

Ferney Jaramillo dice que a diferencia de las bibliotecas universitarias, en la pública “hay un mayor acceso a la información y a la posibilidad de leer en el mismo lugar”.

Los parques biblioteca también son públicos, la diferencia entre la Piloto y los parques biblioteca, dice Cruz Patricia, es que la BPP maneja temas más especializados por una consolidación de 55 años, mientras que los parques biblioteca manejan información más actualizada y son, sobre todo, para un público de colegio.

Biblioteca a domicilio

Es un grupo, llamado G8, conformado por las universidades: Nacional, Eafit, de Medellín, CES, Escuela de Ingenieros, de Antioquia, UPB y la Institución Universitaria Lasallista. El convenio entre estas universidades se hizo, según Ferney Jaramillo, “por la falta de tiempo para desplazarse y por sugerencia de los mismos usuarios”. El costo de envío para Medellín, Sabaneta, Envigado e Itagüí es de $5.000 y para Caldas, La Estrella y Bello de $5.800.

En la BPP, dice Cruz Patricia, “el servicio domiciliario no lo tenemos pero estamos trabajando para poder implementarlo y hacer alianzas otras bibliotecas para llevar el libro hasta su casa y recoger el libro para generar más comodidad”.

Johana y Giseth se van de la biblioteca con las fotocopias después de conocer un lugar que desconocían. Adriana y Nancy siguen leyendo cálculo en la biblioteca de la U de A y los administrativos continúan su trabajo, leyendo. Ahora son más bibliotecas, con más libros, salas de Internet y pocos lectores porque para leer, dicen muchos, no hay tiempo.

No hay comentarios: