miércoles, 10 de septiembre de 2008

Del papel al barrio, del barrio a la libreta de apuntes.

El Centro Comunitario será un proyecto educativo y de emprendimiento en las Comunas 1 y 3 de Medellín. Hoy es un sueño Piloto para construir sueños en la ciudad.

Es un modelo tomado de otros modelos similares desarrollados en otros países y ciudades, sobre todo en zonas rurales y marginadas de las telecomunicaciones. Sin embargo, este modelo es diferente a los realizados en otros países, en tanto se decidió incorporar la Televisión como un producto agregado y unido a la Internet y la Telefonía, uniendo en un solo lugar la educación, la comunicación y el entretenimiento.

Además incluye la propuesta de los Parque Biblioteca y centros culturales que existen actualmente en Medellín. Es la reunión de todas las formas culturales posibles entregadas a unos grupos específicos en un mismo lugar y con unos objetivos claros: educar, entretener y comunicar.

Mapeo de ciudad, líderes y grupos comunitarios

Para iniciar el trabajo de campo se hizo un reconocimiento de la ciudad y como estaba conformada. En un mapa de la Alcaldía de Medellín aparecían todas las Comunas con sus barrios y corregimientos. Cada barrio era un viaje. Cada Comuna un descubrimiento que se vivió del papel a la calle y del mapa geográfico a la gente y sus espacios. La organización territorial de Medellín se conoce como distribución político – administrativa. Sin embargo cuando usted camina por un barrio no distingue cuando cruza de un barrio a otro, de una comuna a otra. La distribución es la siguiente:

Comunas y barrios:

Comuna 1

1 - Popular: Santo Domingo Sabio Nº 1, Santo Domingo Sabio Nº 2, Popular, Granizal, Moscú Nº 2, Villa Guadalupe, San Pablo, Aldea Pablo VI, La Esperanza Nº 2, El Compromiso, La Avanzada, Carpinelo.

Comuna 2

Santa cruz: La Isla, El Playón de Los Comuneros, Pablo VI, La Frontera, La Francia, Andalucía, Villa del Socorro, Villa Niza, Moscú Nº 1, Santa Cruz, La Rosa.

Comuna 3

Manrique: La Salle, Las Granjas, Campo Valdes Nº 2, Santa Inés, El Raizal, El Pomar, Manrique, Central Nº 2, Manrique Oriental, Versalles Nº 1, Versalles Nº 2, La Cruz, Oriente, Maria Cano – Carambolas, San José La Cima Nº 1, San José La Cima Nº 2.

Comuna 4

Aranjuez: Berlín, San Isidro, Palermo, Bermejal - Los Álamos, Moravia, Sevilla, San Pedro, Manrique Central Nº 1, Campo Valdes Nº 1, Las Esmeraldas, La Piñuela, Aranjuez, Brasilia, Miranda.

Comuna 5

Castilla: Toscaza, Las Brisas, Florencia, Tejelo, Boyacá, Héctor Abad Gómez, Belalcazar, Girardot, Tricentenario, Castilla, Francisco Antonio Zea, Alfonso López, Caribe.

Comuna 6

Doce de Octubre: Santander, Doce de Octubre Nº 1, Doce de Octubre Nº 2, Pedregal, La Esperanza, San Martín de Porres, Kennedy, Picacho, Picachito, Mirador del Doce, Progreso Nº 2, El Triunfo.

Comuna 7

Robledo: Cerro El Volador, San Germán, Barrio Facultad de Minas, La Pilarica, Bosques de San Pablo, Altamira, Córdoba, López de Mesa, El Diamante, Aures Nº 1, Aures Nº 2, Bello Horizonte, Villa Flora, Palenque, Robledo, Cucaracho, Fuente Clara, Santa Margarita, Olaya Herrera, Pajarito, Monteclaro, Nueva Villa de La Iguaná.

Comuna 8

Villa hermosa: Villa Hermosa, La Mansión, San Miguel, La Ladera, Batallón Girardot, Llanaditas, Los Mangos, Enciso, Sucre, El Pinal, Trece de Noviembre, La Libertad, Villa Tina, San Antonio, Las Estancias, Villa Turbay, La Sierra (Santa Lucía - Las Estancias), Villa Lilliam.

Comuna 9

Buenos Aires: Juan Pablo II, Barrios de Jesús, Bombona Nº 2, Los Cerros El Vergel, Alejandro echevarria, Barrio Caicedo, Buenos Aires, Miraflores, Cataluña, La Milagrosa, Gerona, El Salvador, Loreto, Asomadera Nº 1, Asomadera Nº 2, Asomadera Nº 3, Ocho de Marzo.

Comuna 10

La Candelaria: Prado, Jesús Nazareno, El Chagualo, Estación Villa, San Benito, Guayaquil, Corazón de Jesús, Calle Nueva, Perpetuo Socorro, Barrio Colón, Las Palmas, Bombona Nº 1, Boston, Los Ángeles, Villa Nueva, La Candelaria, San Diego.

Comuna 11

Laureles - Estadio: Carlos E. Restrepo, Suramericana, Naranjal, San Joaquín, Los Conquistadores, Bolivariana, Laureles, Las Acacias, La Castellana, Lorena, El Velódromo, Estadio, Los Colores, Cuarta Brigada, Florida Nueva.

Comuna 12

La América: Ferrini, Calasanz, Los Pinos, La América, La Floresta, Santa Lucia, El Danubio, Campo Alegre, Santa Mónica, Barrio Cristóbal, Simón Bolívar, Santa Teresita, Calasanz Parte Alta.

Comuna 13

San Javier: El Pesebre, Blanquizal, Santa Rosa de Lima, Los Alcázares, Metropolitano, La Pradera, Juan XIII - La Quiebra, San Javier Nº 2, San Javier Nº 1, Veinte de Julio, Belencito, Betania, El Corazón, Las Independencias, Nuevos Conquistadores, El Salado, Eduardo Santos, Antonio Nariño, El Socorro, La Gabriela.

Comuna 14

El Poblado: Barrio Colombia, Simesa, Villa Carlota, Castropol, Lalinde, Las Lomas Nº 1, Las Lomas Nº 2, Altos del Poblado, El Tesoro, Los Naranjos, Los Balsos Nº 1, San Lucas, El Diamante Nº 2, El Castillo, Los Balsos Nº 2, Alejandría, La Florida, El Poblado, Manila, Astorga, Patio Bonito, La Aguacatala, Santa Maria de Los Ángeles.

Comuna 15

Guayabal: Tenche, Trinidad, Santa Fe, Shellmar, Parque Juan Pablo II, Campo Amor, Noel, Cristo Rey, Guayabal, La Colina.

Comuna 16

Belén: Fátima, Rosales, Belén, Granada, San Bernardo, Las Playas, Diego Echevarria, La Mota, La Hondonada, El Rincón, La Loma de Los Bernal, La Gloria, Altavista, La Palma, Los Alpes, Las Violetas, Las Mercedes, Nueva Villa de Aburrá, Miravalle, El Nogal - Los Almendros, Cerro Nutibara.

Corregimientos: Palmitas, San Cristóbal, Altavista, San Antonio de Prado y Santa Elena.

Luego de identificar la ciudad en su conformación geográfica se procedió a ubicar los líderes de cada zona. Los líderes son el contacto directo del mundo externo con el barrio interno. Llevan su barrio a la administración municipal y regresan a la comunidad con proyectos, presupuesto y soluciones a la dificultades del barrio. Se contactaron los líderes de las Comunas que el proyecto puede impactar. Barrios que por problema de infraestructura o problemas económicos de las personas que lo habitan no tienen acceso a los servicios públicos de Internet y televisión por cable.

La participación comunitaria es y será relevante en el desarrollo del proyecto porque gracias a la Comunidad se pudo recorrer los barrios impactados, conocer la gente, sus deseos, sus costumbres y necesidades. El trabajo comunitario se resalta con sus constantes propuestas, ideas, metas y necesidad de trabajar para que sus comunidades mejoren y sean tenidas en cuenta en los proyectos públicos. Por eso fueron participes desde el principio y convocados a todos los procesos de desarrollo del proyecto, presentaciones, encuestas, conversatorios y pilotos.

Muchos proyectos de Telecentros fracasan cuando termina la ayuda internacional o los subsidios estatales. Está orientado a la autosostenibilidad y que además su administración sea posible por organizaciones comunitarias apoyados por otras entidades públicas que en la ejecución se unan al proyecto.

Finalmente se hizo un proyecto piloto con un Grupo focalizado de las comunas impactadas para encontrar una interacción en un espacio similar al deseado para el proyecto, con equipos y con personas desconocidas que arrojó unos resultados planteados en el análisis de este proyecto.

Nomenclaturas y encuentros


Visitar un barrio que se desconoce y buscar una nomenclatura es lo más complicado para cualquier persona que desconozca como está conformada la nomenclatura de una ciudad. Algunos barrios de la periferia de Medellín tienen direcciones difíciles de encontrar por el desorden urbanístico. Sin embargo, el descubrimiento al no encontrar una dirección es que se puede preguntar por alguien y lo encuentran o le dicen dónde está o lo llevan hasta el lugar.

La carretera se terminó. El carro no podía avanzar más y seguía un camino peatonal en medio de árboles y montes de la Comuna 13. Para llegar hasta ese punto hay una carretera pavimentada. Pero es tan inclinada que no sube el transporte público. Sólo un Renault 12 que sirve de colectivo y varias veces se ha quedado sin frenos bajando por las faldas del barrio. La gente sube y baja caminando. Empecé a caminar en el trayecto sin direcciones, sin nomenclatura. Buenos días. Sabe dónde queda la casa de doña Rosa. Claro, siga por todo este camino hasta que llegue a un teléfono rojo pegado en un poste. A todo el frente es la casa de ella. Seguí caminando según las instrucciones. Diez minutos después estaba el teléfono. Doña Rosa cómo está, habíamos cuadrado un encuentro para hoy. Jumm, cómo hizo para llegar mijo, siempre que viene alguien del Gobierno se pierde y me toca ir por ellas todas entalonadas. No señora, pero si es muy fácil llegar. Bien pueda sígase.

La voz y la mirada

El ruido en los barrios es el ruido de la gente y de los carros y de los equipos de sonido. Cuando uno llega a un barrio de la periferia de Medellín se encuentra con los ojos que panean cada movimiento del visitante. Lo siguen curiosos y no lo dejan hasta que desaparece. Su actitud vigilante no es violenta, parece un asombro a lo desconocido, una pregunta por las curiosidades que generan el aspecto, los equipos que el extraño trae, la actitud también de descubrimiento del llegado.

Después de la mirada está la voz amable. Disculpe dónde queda, me puede ayudar, señor disculpe, y ellos contestan con mucho gusto, siempre a la orden, cualquier cosa que necesite con mucho gusto. Ellos tienen la mirada de la bienvenida llena de expectativa por una palabra del que llega.

En el encuentro con el líder, su voz representa la voz de todos y se empieza a conocer necesidades. Cuando se conoce a alguien se habla de los triunfos y de las dificultades o necesidades. Logramos hacer la cancha para los pelaos y la biblioteca que también tiene tres computadores. Estamos tratando de conseguir ayuda para que tengan Internet y ahí vamos. Lo próximo que vamos a hacer es una sede para los muchachos, una sede juvenil. La voz cuenta y la mirada confirma.

Como invitado hay dudas, propuestas y soluciones. Hay que escuchar la voz y compartir. Pasan un par de horas, una gaseosa, un tinto y es la hora de bajar, de despedirse, de llevarse la voz grabada en el papel y en la mente, soñar con la voz y no olvidar la mirada. Esa mirada que sueña, la mirada del trabajo y de las ideas.

Rayones y papelitos


Las libretas del trabajo de campo están llenas de huellas. El teléfono del líder, la dirección de la reunión, lo qué pasó en un encuentro comunitario, los recorridos, las fechas, los nombres, los tachones, el dibujo de un muñequito testigo de la espera. Resaltador, letra chueca llena de velocidad. Cuando inicia un viaje hay un papel en blanco, un bolígrafo y la primera palabra y después, cuando el recorrido pasa por muchos días, los papeles, papelitos, apuntes, y huellas en las hojas, son un arrume de reciclado.

Cada vez que hay que encontrar un nombre, una fecha, un lugar, una descripción se pasa por todas las hojas, nacen nuevas ideas, se encuentran las palabras perdidas y cada libreta de apuntes se vuelve tan valiosa que perderla sería perder el trabajo o desconocer los detalles del viaje. Siempre la libreta de apuntes en el morral, en la mano, protegiéndola de la lluvia, con el cuidado de no olvidarla y prestando mucha atención a los detalles, a los datos, las palabras, los números telefónicos convirtiéndola en la compañera inseparable.

El trabajo de campo, sean las visitas que sean, se convierten en un factor elemental para lograr imaginar hasta donde se puede llegar, qué se puede conseguir y qué no.

Subir y bajar


Cuando no sabía que había Comunas, otros barrios diferentes al mío y otras personas que trabajan para ellos y por los vecinos no me interesaba por subir por otro lugar que no fueran las escalas de mi casa. Cuando inició el proyecto subía y baja casi diario. Subí a Santo Domingo, bajé al Popular, atravesé la ciudad hasta la Comuna 13, lo hice de nuevo hasta el Oriente antioqueño, bajé hasta mi casa, subí a la Comuna 6, a la 8 a la 9 y bajaba y subía otra vez. Así como ellos. Suben y bajan todos los días.

Ellos suben con el vecino en el bus o en el Metro Cable, bajan con la ciudad en la ventanilla, suben con el cansancio que les encarga la ciudad y bajan dispuestos a entregarlo todo. Bajan a divertirse y suben a contar las historias de la fantasía en otros lugares. Bajan por las legumbres y suben a comérselas. Bajan por la moto y vuelven al barrio en ella.

Yo subía por ellos, por su palabra, por su imagen, por su necesidad, por el trabajo en conjunto y bajaba lleno de ellos. Con otra historia en el morral, con los sueños de ellos apuntados en un papelito que se pasaba a otro papel, a la computadora, a una grabación, a los sueños de la almohada que también cargaba mi cansancio. Yo empecé a subir con mis libretas de apuntes y bajaba con un renglón lleno, con una hoja dibujada, con marcas de café seco que se regó en la conversación, con una autógrafo de un líder, con la sonrisa de un pequeño que quiere ser adulto como su abuelo que lo carga en el portón de la casa.

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