lunes, 11 de agosto de 2008

En San Antonio de Prado la salud tiene defensor

Por César Arbeláez M.
El rostro de Giovanni se parece mucho a una de sus caricaturas, con las cejas tupidas, los ojos pequeños y redondos, la sombra de la barba sobre las mejillas y el cabello frondoso y liso dividido por la mitad desproporcionando un cuerpo delgado y marcado por la talla y la camisa por dentro. Giovanni Alberto Vargas Castro es abogado graduado de la Universidad de Antioquia. También es artista y su especialidad es el dibujo y la caricatura.
En la mano derecha siempre lleva su maletín negro, se lo cambia de mano cuando va a saludar con la mano a alguien. Aprieta fuerte y mira a los ojos. En el maletín carga documentos, periódicos, boletines, las caricaturas que él hace, datos, papeles, papeles y más papeles. La mayoría de dibujos o caricaturas de Giovanni están relacionados con los problemas de salud que vive la gente con los trámites en las Entidades Promotoras de Salud y los muertos que la Ley 100, según él, ha dejado. El Doctor en leyes se especializó, de forma empírica en casos de salud y se convirtió en un Tutelologo (Asesor de tutelas) y mucha experiencia la consiguió con el consultorio de salud pública de la Facultad de Medicina de la U de A.
Giovanni vive en el corregimiento de San Antonio de Prado – sur del Área Metropolitana- con su esposa y su hija, y ahí en el corregimiento, es donde Giovanni saca el provecho de su carrera y ayuda a la gente de su comunidad. En San Antonio de Prado fundó el consultorio de seguridad social con el único objetivo de ayudar a la gente a conseguir los servicios en salud, a reclamar por sus derechos y a enseñarles a entender la compleja Ley 100.
Para Giovanni, el consultorio es un ejemplo para que otras comunidades se asesoren y hagan valer un derecho fundamental como la salud. Y lo más delicado, cuenta Giovanni, es que aunque cada semestre se gradúan más profesionales en salud y en leyes, no hay una especialización académica en defensa de los derechos a la salud y el público sólo tiene como opción afiliarse a una Entidad Promotora de Salud (EPS) porque la salud pasó de ser un derecho a convertirse en un negocio. Por eso Giovanni decidió dedicar su vida a defender la negligencia médica y los abusos de los centros médicos con el público aprovechándose del desconocimiento de los derechos de las personas.
Su lucha inició en la Universidad de Antioquia en el consultorio de Salud Pública asesorando en la instauración de tutelas en salud. Con el estudio y la experiencia adquirió la capacidad de asesorar a Jueces en la toma de decisiones en casos de salud porque los mismos Jueces desconocían las normas, los nombres de los medicamentos y las formas de proceder en casos de salud. Ahora, el Consultorio de San Antonio de Prado es el centro de defensa de Giovanni, es un espacio para que la gente cuente los problemas y entre todos, puedan solucionar las inquietudes y los casos particulares. “El consultorio lo iniciamos de forma individual y nos dimos cuenta que era agotador. Entonces, a partir de febrero de este año (2007) por una experiencia que tuvimos, atendiendo una persona individualmente, resultamos atendiendo a todos al mismo tiempo. Nos dimos cuenta que les gustó escuchar los problemas de los demás y aportar a los mismos. Por eso decidimos reunirnos cada ocho días con la sorpresa que al sábado siguiente llegaba más gente porque ellos mismos invitaban más personas. En este momento asisten 50, 60 personas al consultorio, aclara Geovanni”.
El modelo de consultorio de salud, pero jurídico, es el mismo modelo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia que se trasladó al corregimiento porque se generó la necesidad. Según Vargas, “la gente está en peligro, el ciudadano común y corriente está en peligro de perecer por el mismo sistema de salud. Por ejemplo en las pasadas guerras por cada civil morían ocho soldados y hoy por cada soldado mueren ocho civiles y casi siempre niños y mujeres y eso en el caso del conflicto armado en Colombia. Pero hay otro que es el conflicto de los trámites. Hay gente que no hace trámites, porque son muchos e ineficientes y prefieren dejarse morir y otros que mueren mientras hacen los trámites”.
A Giovanni le tiembla la voz y el color rojo se le empieza a notar en la cara cuando habla lleno de rabia sobre las historias que ha tenido que escuchar. Cuando habla de los niños que vio morir, de los que no atendieron y hoy no tienen un brazo, de la mamá que perdió el bebé en la puerta de un hospital, del adulto que indefenso y enfermo fue ignorado y asesinado por la ley, por el papeleo, por el trámite. La grabadora permanece encendida como la voz y el rostro del abogado con espíritu de súper héroe en una tierra donde hay más compasión por la maldad que por las necesidades de los buenos.
El continua hablando y como es padre, los casos que ocurren con los niños le afectan mucho. Sin embargo, él dice que no hay que ser padre para tener el sentido de ayuda por los demás y sobre todo por un niño: “En San Antonio de Prado existe un problema con los niños menores de un año. El Gobierno les da una garantía, en teoría, de servicios médicos sin restricción hasta el primer año de vida con todo gratis y todo lo que necesite. Pero resulta que esa garantía se vuelve en su contra porque como es gratuito no le formulan lo que es. Por ejemplo hay mucho niño con reflujos y los médicos les recetan Milanta. En esos casos un niño necesita leche antireflujo y no se suministra porque eso implica diez tarros mensuales y cada tarro cuesta $29.000. Entonces sale más barato darle leche Milanta y los niños llegan a un estado crónico. Otro ejemplo son los niños con respiración aguda, los dejan que evolucionen hasta que cumplan el año y ahí sí les formulan médicos especialistas y éstos les cobran el copago y los medicamentos. Por eso esta garantía se volvió la daga contra los niños. La manera de proceder en el consultorio es reunirnos con la madre y estudiar el caso del niño y hablamos con el médico especialista para ver que necesita y peleamos por eso”.
Ya lo había nombrado súper héroe, pero Giovanni dice que no se trata de ser el súper hombre sino tener una misión de vida y agrega que “La salud la puede defender cualquiera sin ser abogado. De hecho los abogados desconocen el tema de salud. Es más, los mismos profesores y profesionales subestiman la salud y ninguna facultad de medicina y derecho enseñan el derecho de salud, aunque desde la constitución se ordena enseñarlo. Entonces, pueden ser los mejores con sus títulos pero desconocen como ayudar a la gente en el derecho de salud”. La indiferencia es para todos, con dinero y sin nada, todos deben presentar su documento y esperar la llamada que autorice la atención, por eso teniendo el conocimiento para ayudar a la gente y defenderla no se necesita cartón, empezando porque no existe una calificación en ese tema.
Giovanni en un tono tratando de unir su rabia a la coherencia de las palabras dice que lo que la comunidad sabe es lo único que hay y lo que deben hacer, para avanzar, es no subestimar sino apropiarse del tema. “Se trata, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) del empoderamiento de la salud. Es triste ver que en Colombia los únicos apoderados del sistema de salud son los empresarios.
Las comunidades deben trabajar en ese apoderamiento, el problema es que no lo hacen porque no tienen conocimiento y no hay profesionales que los oriente”. La conversación con Giovanni serviría para arreglar el problema de atención en salud desde las palabras, porque él siempre encuentra una solución y una forma de defender a las personas y otra de atacar al sistema de salud. Él mientras empaca sus papeles en el maletín, insiste que lo único que puede cambiar el sistema actual es la unión y la asesoría de la gente. Además agrega que van a tener que pasar muchos muertos por las noticias, vamos a tener que ver morir a nuestra familia y a la gente muriendo en cantidades, en la calle, para que por fin pueda existir una unión de grupo.
El consultorio es gratis, funciona con una alcancía para la gente que quiera dar dinero. Pero nunca se pasa la canasta como en una iglesia. A veces lo usan para los mismos pasajes de la gente que necesita ir a llevar una tutela que se acaba de hacer. “Buscamos otras fuentes de financiación con gente que puede donar y convenios con empresas y asesorías a sindicatos”. Dice Giovanni. “El tema de salud es muy amplio. Por ejemplo tenemos una demanda penal contra un juez por una tutela de salud a la que le pidió requisitos y una tutela no necesita requisitos. En este momento sólo atendemos casos de salud y a veces unos de vivienda porque no se trata sólo de atacar la enfermedad sino también sus determinantes, por ejemplo vivienda, agua potable, salud, educación”. Agregó.
Giovanni cuenta que una vez a un señor le pretendieron tumbar la casa porque estaba en zona de alto riesgo, entonces eso le afectó la salud mental. Trabajaron el caso e hicieron una acción para detener esa demolición y se ganó. Al consultorio llegan personas con diversos temas y si alguien no lo sabe, buscan un profesional en el tema. También tienen un invitado que es un médico de medicina alternativa, porque en el corregimiento hay gente que sufre del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), entonces están sufriendo por tomar los antiretrovirales por lo que tienen que recurrir a medicinas alternativas. Hay otros que llegan con problemas de nutrición o de cómo hacer rendir el mercado, entonces invitan a una señora que les enseña a hacer una torta de lentejas para reemplazar la carne y eso les sirve a todos y eso es salud también.
Por otra parte está la salud médica y la falta de ésta y ahí es cuando tiene que dejar de ser una base de datos o una cifra. Sin embargo es necesario hacer encuestas de la población y casi todos están afiliados al régimen subsidiado del Sistema de selección de beneficiarios para programas sociales (Sisben), mientras que en el régimen contributivo hay pocos. Todos los casos de salud son importantes sea en consulta general o en urgencia. Sin embargo, los más comunes son las cirugías pendientes. “En San Antonio de Prado tenemos una base de datos de más de 1.200 personas con cirugías pendientes hace más de un año y otro problema es el tratamiento de los niños que siempre se les suspenden, sobre todo los que están en el primer año de vida, como lo había mencionado.
Este problema es importante resaltarlo, porque un niño apenas empieza a vivir y desde ya se le está negando la vida”, cuenta Giovanni empuñando la mano izquierda mientras con la derecha hace movimientos circulares que dirigen su explicación. La misma comunidad y los expertos, son quienes ayudan a realizar las cartas, demandas, derechos de petición y lo que se necesite para agilizar el procedimiento. “La gente toma nota y por eso digo que el consultorio es permanente y entonces en el transcurso de la semana si algún vecino necesita información, otro le colabora con la misma carta, sólo que le cambia los datos y listo. Entonces, realizamos un trabajo permanente donde también se incluye la comunidad. Además, me apoyo en invitados que llevo como médicos, sociólogos y expertos en algún tema relacionado, mas los líderes comunitarios que aportan dando nuevas luces porque en esto no hay nada construido, todo está nuevo”.
El consultorio es permanente. Pero hay reuniones cada ocho días, todos los sábados a las 4 de la tarde. Es como una reunión de alcohólicos anónimos. La gente se reúne y empieza a hablar de los problemas que tiene en la gestión de sus medicamentos, de cirugías, citas con especialistas y los resultados que obtuvieron con la ayuda de nosotros. Ahora, el consultorio también cuenta con un blog en el cual cuentan los casos insólitos en contra de la salud en el corregimiento. En la dirección: http://consultoriosanantonio.blogspot.com/ la gente puede opinar, tiene un correo para enviar e intercambiar información y enterarse de lo que ocurre con el consultorio y las personas de la comunidad. El blog del consultorio y las publicaciones de los boletines también lo administra Giovanni Vargas, un abogado con espíritu de súper héroe, con especialización en defensa de la salud y los derechos humanos y ahora en tiempos de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), un experto en la administración Web.
Giovanni no dejará de ser nunca un colaborador. Él decidió que su opción de vida y los años que le quedan por vivir, tenga o no tenga un espacio, serán para ayudar a la gente a un mejor vivir más justo y mejor.


CARICATURAS DE GIOVANNI




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